Sri Lanka

Arroz con curry: de viaje por Ceylán

Ahora que ya sabéis como ha sido mi experiencia como voluntaria en Sri Lanka, quería hacer otra entrada sobre el lado turista que han tenido estas casi cuatro semanas. La verdad es que casi no hemos podido viajar nada porque no comprábamos los vuelos nosotros y teníamos las fechas bastante fijas. Aun así nos ha dado tiempo a ser turistas y poder investigar un poco.

Nosotros vivíamos en las afueras de Hikkaduwa, al sur oeste de la isla en Tiranagama. Es una zona bastante turista, pero casi no había gente porque es temporada baja. En esta zona la temporada alta es durante los meses de invierno, que es cuando hay buenas olas para el surf y no demasiadas para poder hacer buceo. Realmente en Sri Lanka solo hay dos estaciones y siempre tienen la misma temperatura solo que en los meses de verano es el monzón, y llueve prácticamente todos los días. Y con eso hemos coincidido… lo cual no es lo mejor cuando tu casa no tiene techo y se cuela el agua por todas partes… Pero se aprende a vivir con ello.

La mejor forma de moverse por Sri Lanka es en autobús o en tuk tuk. El tuk tuk es como un taxi, pero hay que fijar un precio con el conductor antes de subirse, y siempre vas a acabar pagando más de lo que pagaría un local, pero sigue siendo «poco» así que los dos acabáis felices. Los autobuses parecen furgonetas y van a todo trapo. Apenas paran, bueno, si ven un grupo de 8 personas blancas sí ja, ja, ja. Subes y está la música a tope, y no tienen un precio fijo y siempre te van a intentar hacer pagar más pero bueno, no siempre te apetece racanear 5 rupias. Por ejemplo, el tuk tuk desde la Rosie May Home al colegio en Maliduwa eran 300 rupias, el autobús; 17. Nosotros siempre que podíamos íbamos en autobús.

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Laura conduciendo un tuk tuk

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Conducen por la derecha y el tráfico se rige por una norma básica «Si cabe guay y si no también». En la carretera principal hay dos carriles, uno para cada dirección, pero como si no. Van todos hiper rápido, adelantándose y aunque venga otro de frente. En realidad es muy divertido, una vez te acostumbras… Pitan como locos, pero poco a poco se pilla el tranquillo.

En temporada alta, la zona de Hikkaduwa es muy famosa por el surf y el buceo, al parecer hay muchísimos corales, pero cuando fuimos nosotros el mar estaba revuelto y había demasiada corriente. En Hikkaduwa merece la pena ir un domingo al mercado. Hay un enorme choque cultural. La cantidad de olores, colores y gente que te mira con curiosidad te embriaga en seguida. Las verduras y las especias es mejor comprarlas ahí que en los supermercados.

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Mercado en Hikkaduwa

Si queréis ir a la playa Hikkaduwa Beach está muy bien, muy relajada y no hay demasiada gente. Fue en esta playa nuestro primer día cuando vimos una tortuga marina salvaje y pudimos darle de comer. Otra playa muy bonita es la de Unwatuna. La zona está llena de sitios para tomar algo y de tiendas de ropa y cosas así, eso sí, hay mas turistas, pero es muy mono todo. Por la zona está también Jungle Beach, que a nosotros no nos dio tiempo a ir, pero la pintaban muy bien. Todo está relativamente cerca y es muy fácil moverse en autobús, que es muy barato.

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Hikkaduwa Beach

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No tuvimos mucho tiempo libre, pero en lo que tuvimos nos dio a visitar Galle (que ya hablo de esta ciudad en la otra entrada), la ciudad principal de la zona. Ahí está el Galle Fort, construido por los holandeses y portugueses cuando llegaron a Ceylan para colonizarlo. En Galle hay que ir a Manjari de compras y a comer al Fuerte. Es más caro porque es más turístico, pero se come genial, yo recomiendo los brownies de Pedlars.

Galle Fort

Galle Fort

En Tellawatta fuimos al criadero de tortugas. del que ya hablé en la otra entrada, y es algo que merece muchísimo la pena. Son unas 500 rupias (3,40€), y el hombre que lo lleva fue una víctima del tsunami. Él rescata a los huevos y cuando nacen las devuelve al mar, si las rescata de mayores las tiene ahí hasta que están fuertes y pueden volver a casa. También tiene tortugas discapacitadas a las que les falta una aleta o una pata y él las cuida.

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Devolviendo a las bebés al mar

DSC_0491 DSC_0486En Tellawatta, al lado del criadero de tortugas está el Museo de Tsunami. La entrada es gratis pero se aceptan donaciones. Está en la casa de otra de las víctimas y está compuesto por fotografías que gente y la prensa han donado. Cuenta la historia desde la primera ola, y como ellos no sabían lo que era y pensaban que era algún castigo. Nunca habían oído la palabra tsunami. El agua siempre había sido su amigo y ahora les hacía vivir esa pesadilla. No entendían nada. Merece mucho la pena verlo para conocer la historia desde su propio punto de vista en lugar del de las noticias. Es muy triste, yo me emocioné mucho, sin darme cuenta tenía la cara bañada por las lágrimas, así que recomiendo ir ahí en un día feliz o de ahí ir a ver las tortugas para levantar el ánimo.

También fuimos a ver ballenas, pero no lo recomiendo nada. Ya cuento la experiencia en la otra entrada, y fue la peor de mi vida. Si lo hacéis que sea en temporada alta cuando el mar no esté tan picado y buscar opiniones en TripAdvisor o algo así para que sepáis como trabajan.

El viaje

Los últimos cuatro días nos hicimos un mini viaje por Sri Lanka. Y pudimos ver algunas de las maravillas que este (no tan) pequeño país tiene que ofrecer. El itinerario fue: conocer a Lily, safari en Udawalawe, Ella, tren a Nuwara-Éliya, fábrica de té, Kandy.

El sábado por la mañana llovía a mares pero eso no nos impidió vivir una experiencia increíble; ver y tocar a un elefante.

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Conociendo a Lily

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Es increíble estar a esa distancia y poder tocar un elefante. Esta se llamaba Lily y tenía 15 años, así que un bebé prácticamente. La bañamos con unos cocos, teníamos que frotarla  y ella no paraba de salpicarnos con la trompa. Es una sensación tan bonita y extraña a la vez… También teníamos la opción de subirnos en ella pero yo no quise hacerlo.

Por la tarde fuimos al safari del Parque Nacional de Udawalawe donde vimos un montón de elefantes salvajes, búfalos, cocodrilos, pavos reales y montón de animales más.DSC_0145_2 DSC_0207_2 DSC_0218_2

Es muy curioso como iba cambiando el paisaje depende de donde estuvieras. Ya no estábamos en una Sri Lanka en mitad de la jungla, si no en lo que parecía una sabana africana.

Por la noche llegamos a Ella. Una pequeña ciudad en una montaña del interior. Estábamos agotados y muy emocionados porque teníamos camas dobles cada uno pero sobre todo porque los baños ¡TENÍAN AGUA CALIENTE!

Al día siguiente subimos al Little Adam’s Peak. Es una excursión preciosa caminando entre plantaciones de té. Tardamos en subir unos veinte minutos o algo así, no hace falta llevar zapatos de trekking pero sí recomiendo llevar zapato cerrado.

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Vistas desde la cima del Little Adam’s Peak

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La montaña que se ve detrás es Ella Rock

DSC_0318_2Bajamos y nos tomamos un té con unas vistas espectaculares. Y fuimos a las Ravana Ella Falls, una cascada preciosa donde decidimos darnos un remojón antes de comer. Para luego después subir a Ella Rock. 

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Ravana Ella Falls

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Fue la manera perfecta de descansar del calor y de prepararnos para lo que nos esperaba; Ella Rock. Es otra de las montañas de Ella, que es espectacular. Para esta excursión íbamos con guía. Tardamos una hora y media en subir, y no voy a mentir cuando subir después de comer no fue una de las mejores que hayamos tenido pero bueno, era cuando teníamos tiempo. Y cuando llegamos arriba nos quedamos alucinados con las vistas. Es el sitio más increíble en el que he estado. No me podía creer lo que veían mis ojos.

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Cima de Ella Rock

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Wendy, yo, Laurence, Anna, Meg, Laurence en la cima de Ella Rock

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Bajamos directamente a Ella y ya era de noche así que después de una ducha rápida fuimos a cenar al Chill Café. Por la mañana nos levantamos demasiado pronto para coger el tren a las 6:20 que nos llevase a Nuwara-Eliya donde nos recogían para ir a una fábrica de té. El viaje en tren fue espectacular. Fueron unas tres horas de viaje y tuvimos la suerte de que iba prácticamente vacío por que lo pudimos hacernos todas las fotos que quisimos ja, ja, ja.

DSC_0858_2 DSC_0887_2 DSC_0944_2Llegamos a nuestro destino y fuimos a Bluefields, la fábrica de té. Y la verdad, no merece la pena. Si se quieren ver plantaciones de té es suficiente con las que se ven en Ella, pero en la fábrica te cuentan como lo hacen en menos de 10 minutos. Yo lo hubiese quitado del itinerario, pero bueno, el sitio era muy bonito.

Bluefields

Bluefields

De camino a Kandy paramos en otras cascadas a refrescarnos del calor. Y ya fuimos directamente a nuestro hotel de Kandy que tenía las mejores vistas de toda la ciudad. Landy es la capital cultural del país y se considera como el corazón del budismo.

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Nos preparamos rápido porque a las 5 empezaban los bailes tradicionales de Kandy. Y esta es otra cosa que hubiese quitado. Los bailarines no eran muy buenos y no tenían mucha coordinación. De ahí salimos directamente a ver El Templo Del Diente, que se llama así porque guarda un diente de Budda. La verdad es que espectacular y precioso, pero estaba lleno de gente y de turistas y era un poco agobiante. Hubo una ceremonia en la que iban a enseñar el diente, y yo me sentía en medio del camino de la gente porque obviamente no quería que nadie se quedase sin verlo por mi culpa.

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Templo del Diente

Por la mañana temprano salimos en dirección al aeropuerto para un viaje que fue demasiado largo. En general Sri Lanka es un país que tiene tanto que ofrecer que no se puede abarcar todo, y no dejas de maravillarte en ningún momento. Sí me hubiese gustado haber tenido la oportunidad de haber organizado el viaje personalmente y de saber cuanto cuesta cada cosa, pero aun así ha sido increíble, y fue la mejor manera de terminar tres semanas de duro trabajo.

Tengo pendiente una entrada más dentro de la serie Arroz con Curry sobre los preparativos, primeras impresiones y qué ha sido lo que más me ha gustado y lo que menos ¡Decidme vosotros qué pensáis y de este viaje qué os ha gustado más! Espero que os sirva de ayuda si algún día decidís aventuraos a ir la bella lágrima de la India.

Arroz con curry: de voluntaria en Ceylán

Ayubowan!

Ya estoy de vuelta de lo que ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida ¿Por dónde empezar? Todavía no me creo que lo haya vivido, después de tanto tiempo preparando todo… Conocí al resto de voluntarios en enero, el mismo día que conocimos a Mary y Graham Storrie (los fundadores de la Rosie May Foundation), y desde entonces todo fueron reuniones, recaudación de dinero, etc. ¡Conseguimos recaudar £4076! Lo que significó que el Santander nos patrocinó con otras £3500! Podéis leer como empezó todo y como fue la recaudación en las otras entradas que escribí en su momento: ¿Voluntaria en Sri Lanka? y Viviendo bajo el umbral de la pobreza. 

Seis meses más tarde por fin poníamos rumbo a Sri Lanka. Después de un viaje demasiado largo (Madrid-Stansted-Heathrow-Sri Lanka), aterrizábamos en Colombo, y nos dimos cuenta del calor y la humedad que había. Sin embargo eso no nos desmotivó en ningún momento.

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Camino a nuestra casa

Nos separaron en grupos para las diferentes colocaciones:

  • Boossa preschool: la guardería de Boossa, está pegada a la Rosie May Home y fue creada por otra ONG; People In Need Foundation, así que está en muy buenas condiciones. Los niños son de 2 a 4 años. El trabajo principal en la guardería era interactuar con los niños para que se familiarizaran con el inglés.
  • Boossa school, disabled class: En el colegio de Boossa tienen una clase para niños con discapacidades mentales. Es el único colegio que tiene algo así y que da una oportunidad a los niños con este tipo de problemas. El único problema es que solo hay una clase con niños desde los 4 a los 17 años, y cada uno tiene distintos grados de discapacidad o simplemente son sordomudos y están todos en el mismo sitio. Nuestro trabajo trataba de crear actividades que fuesen inclusive para todos y básicamente asegurarnos de que todos estaban ocupados.
  • Maliduwa school: El colegio en Maliduwa está un poco más lejos y está en una zona bastante pobre, sin embargo, te tratan hiper bien. Se supone que estábamos de apoyo a los profesores de Inglés y para ayudar a los estudiantes con sus actividades de inglés, sin embargo muchas veces te dejaban al cargo de la clase y ellos se iban. Lo que no está nada bien, porque ninguno estamos capacitados para ser profesores y no deberían dejarnos como responsables de los niños…
  • Manacare: The Manacare Foundation es otra ONG con diferentes proyectos en distintas partes del mundo. En Sri Lanka tienen el Hopes and Dreams Village, que es como una especie de retiro de ayuda donde dan apoyo a los locales que lo necesiten, dan hogar y trabajo a huérfanos, e intentan que tengan un futuro mejor. Nuestro trabajo ahí era tratar con tres refugiadas de Jeffna (la zona tamil de Sri Lanka), que por la Guerra Civil, que terminó en 2009, tuvieron que huir de sus casas) y ayudarles con el inglés y enseñarles a nadar. 
  • Rosie May Home: La casa-orfanato que fue fundada por la Rosie May Foundation. Es el hogar de 20 niñas desde los 6 a los 17 años. Es un lugar totalmente aparte, todo es feliz, las niñas están sanas y contentas y son traviesas y les encanta jugar. Ahí era como un campamento: ayudarles con los deberes de inglés, cantar, juegos, ayudarles con las clases de informática, etc.
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Entrada de la Rosie May Home

Semana 1: Maliduwa School, visita a Galle y un desfortunado evento

La primera semana Tony, Anna y yo estábamos en el colegio de 9:30 a 1:30, y en la Rosie May Home los martes, jueves y sábados de 2 a 5:30. Para cuando llegó el viernes yo me había enamorado completamente del colegio. Nunca antes habían tenido voluntarios así que los niños estaban como locos. En cuanto entrabas las chicas les salía la risa tonta y los chicos intentaban ser más machotes. Al salir de cada clase siempre querían darte la mano o chocarte los cinco o se acercaban para decirte «please come again!» «you are very beautiful» y «all the best». Los profesores además eran adorables, y siempre nos daban de comer a pesar de no tener casi para ellos. Cuando nos quedábamos solos, nuestras clases eran juegos y canciones. Grade 6 alucinó cuando Laura y yo cantamos y bailamos Shake It Off de Taylor Swift. El viernes después de clase nos quedamos con las clases de Grade 6 y 7 para jugar un partido de cricket ¡Es mucho más divertido de lo que me imaginaba!

Además tuvimos tiempo en una de nuestras tardes libres de visitar Galle, la ciudad más grande de la zona y el Galle Fort. Un fuerte que construyeron primero los portugueses en 1588, seguido de los holandeses en 1649 cuando vinieron a colonizar Sri Lanka y es patrimonio cultural por la UNESCO.

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Galle Fort

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Galle Fort

El sábado por la mañana todas las chicas madrugamos para ir a la clase de baile en la Rosie May Home. Es todos los sábados de 9 a 11 ¡todas tienen muchísimo talento! Nosotras en seguida estábamos agotadas y éramos incapaces de seguir los pasos. Para terminar, hicimos un dance-off, es decir, una competición: nosotras contra las niñas divididas en dos grupos. Sorprendentemente ganamos (o quizá no, ja ja ja). Anna y yo nos fuimos porque nuestro turno era a la 1. No dejaban que estuviésemos los 7 a la vez en la casa para no agobiar a las niñas.

Y así acababa la primera semana en Sri Lanka. No, miento así no. El sábado por la noche al volver a casa después de salir a cenar, nos encontramos con que nos habían robado. Estábamos en dos casas vecinas, en una de ellas habían roto una ventana y se habían colado. En cuanto vimos la ventana todos nos pusimos alerta, asegurándonos que no faltaba nada. Se llevaron unas £150 en rupias, un móvil, el módem, la caja CCTV y forzaron una maleta. Nos quedamos muy preocupados porque obviamente había sido alguien de la zona que sabía que había muchos turistas viviendo ahí y que conocían nuestra rutina. Visitas a la policía local, a la turista, y todos mudándose a nuestra casa, fue una noche muy, muy larga. Al día siguiente tuvimos que hacer la decisión de o bien quedarnos en nuestra casa o mudarnos. Optamos por quedarnos porque nuestra casa estaba pegada a la de los dueños, y nunca harían nada si siempre había una familia local al lado. No funcionan así. Para relajarnos un poco del estrés y la angustia, Laura nos llevó a un criadero de tortugas en Tellawatta.

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Fue una absoluta pasada. Rescatan los huevos, y nacen en cautividad, pero cuando eclosionan las devuelven al mar. Las más grandes que tienen ahí también son rescatadas de gente que trafica con ellas para comida o por sus conchas y las libera al mar cuando están totalmente recuperadas. Ese día justo iba a devolver a las bebés al mar y nos dejó quedarnos para eso. Increíble, fue el perfecto desestresante. DSC_0573 DSC_0576

Semana 2: Excursiones, clases de yoga, guardería e intentar ver ballenas

La segunda semana fue un poco rara. Laura nos dio el lunes libre después del robo (fuimos a Galle de compras y todas compramos saris) y el miércoles era el  Full Moon Day, que es sagrado en Sri Lanka y los niños no tienen colegio. Así que por la mañana dimos una clase de Yoga. Y he de decir que es mucho más incómodo y difícil de lo que parece. Al final acabó siendo «mira al profesor ponerse en posturas inalcanzables». Por la tarde Anna, Tony y yo fuimos a la Rosie May Home y celebramos el cumpleaños de Tharushi, que cumplía 8 años. Organizamos juegos como estatuas musicales, ponle la cola al burro y pasa el paquete. Al final vinieron las demás con una tarta y cantamos el cumpleaños feliz. En Sri Lanka es tradición que el primer pedazo de tarta lo comparten con las personas a las que muestran respeto y es todo un honor. Así que todos dimos un mordisquito de tarta antes que ella.

En la Rosie May Home con los saris. De izqda. a derecha: yo, Laura, Meg, Anna y Wendy

En la Rosie May Home con los saris. De izqda. a derecha: yo, Laura, Meg, Anna y Wendy

El resto de la semana cambiamos de colocación. Anna y yo estábamos en la guardería. Y la verdad, las dos estábamos aliviadas de tener que estar ahí solo un par de días. Obviamente los niños no hablan nada de inglés y las profesoras tampoco, así que hay una barrera muy gorda ahí. Además yo me sentía como un estorbo, sentía que no hacía falta. Sí, a los niños le hace ilusión y quieren jugar contigo, pero no sentía que estuviese haciendo nada útil. Dos días de cortar cartulina. Megan y Sunju si encontraron la manera de servir de algo, pero a mi me pareció muy duro.

El sábado era un día muy especial. Llevábamos a las niñas de excursión. Solo hacen una al año así que es literalmente el evento del año. Los requisitos es que tenga algo cultural y algo educativo. Así que a las 8 de la mañana nos apretujamos todos (niñas, voluntarios, y las que trabajan en la casa) en un minibús y fuimos a Matara a ver el Budda más grande de Sri Lanka.Todas le ofrecieron flores y encendieron incienso. Cuando salimos se puso a llover muchísimo así que tuvimos que pensar en un plan B. Fuimos a otro templo en una mini isla y luego a comer. Después, las llevamos al museo de Martin Wickramsinghe, un escritor muy famoso de Sri Lanka, y para terminar dimos un paseo por el Galle Fort. Fue un día agotador, pero nos encantó poder pasar ese día tan especial con ellas.

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Budda en el templo de Matara

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Galle Fort

El domingo teníamos planeado lo que iba a ser una de las cosas más increíbles del viaje; ver ballenas. Pues no os quiero chafar la sorpresa, pero fue con diferencia y sin duda LA PEOR EXPERIENCIA DE MI VIDA. Nos tuvimos que levantar a las 4 porque había que estar allí a las 7. Todos con las legañas puestas pero demasiado emocionados como para que nos importase. Subimos al barco y nos pusimos los chalecos. En el barco debíamos de ser unos 20. Al principio eran todo risas y fotos ¡era como una montaña rusa! Qué inocentes y que poco nos esperábamos como iban a ser las siguientes 4 horas (¡¡4 horas!!)

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Cuando tan solo llevábamos media hora, la mitad de nosotros estaba vomitando. Yo aguanté bastante bien poniéndome delante del todo al estilo Titanic, me dio igual estar empapada, mientras no me marease. Pero pronto todo cayó en picado. Uno de los miembros de la tripulación me dijo que subiese a la zona del timón para no mojarme. A los cinco minutos de estar arriba yo también me rendí. Todo el barco menos Wendy y otras tres señoras alemanas super bordes vomitamos. Otros lloraron, ataques de pánico y desmayos. Suplicando que por favor diésemos la vuelta. Luego estuvimos parados no se cuanto tiempo, al parecer si no ves ballenas te tienen que devolver el dinero, así que se quedan ahí hasta que ves una. Pero para cuando las vimos, a la mayoría nos importaban tres pimientos las ballenas. Yo pasé verdadero miedo, el mar estaba muy picado, las olas eran enormes y parecía que íbamos a volcar en cualquier momento. Por no hablar de que más que «ver ballenas» parecía que íbamos a cazarlas. Si hubiese sabido que funcionaban así no me subía al barco.

Eso sí, fue una experiencia que nos unió muchísimo a todos. Todos nos cuidamos los unos a los otros mientras vomitábamos. Intentando darnos apoyo de la mejor manera posible.

Resumen perfecto de la experiencia

Resumen perfecto de la experiencia

Por la tarde fuimos a la playa de Unawatuna a intentar deshacernos del mareo. Lo bueno fue que se convirtió en el momento estrella del viaje y ahora nos reímos a carcajadas cuando hablamos del tema, pero madre mía que mal lo pasamos.

Semana 3: pizzas y despedidas

La última semana pasó volando. Yo volví al colegio, esta vez con Sunju y Wendy. Y fue tan genial como la primera semana. El jueves en Manacare hicimos pizza con las chicas porque nunca la habían probado. Cuando teníamos la masa lista y en forma de base de pizza y la salsa hecha descubrimos que ¡su horno no funcionaba! Así que decidimos volver a la nuestra y terminarla ahí, lo cual fue toda una aventura. Las chicas son tamiles y esta zona es cingalesa, y hay bastante racismo hacia la gente tamil. Así que fuimos en tuk tuk y prometiendo que las traeríamos a casa sanas y salvas. A la vuelta Laura las acompañó para que no fuesen solas.

En el colegio nos habían dicho11750737_10205780352083007_7074450325543213204_n que el último día iban a hacer una especie de festival de despedida y que preparásemos una obra y alguna canción. Además, las profesoras de inglés querían cantar con nosotros I Have A Dream de Abba. Con la cantidad de canciones divertidas que tiene Abba y eligen la más aburrida… Pero bueno, llegó el último día, y todas llevábamos los saris. Nos recibieron con flores y un discurso muy emotivo sobre como habíamos sacrificado nuestro tiempo con ellos. Luego empezaron las actuaciones. Bailes tradicionales, canciones y poemas. Y por supuesto nuestra obra.

Decidimos hacer una pantomima, elegimos Los Tres Cerditos por ser fácil y corta, pero incluimos chistes y canciones como 500 Miles de The Proclaimers. Tony era el narrador, Karl tocaba la guitarra cual trovador, Lydia (la nueva voluntaria) hacía de lobo feroz, y Meg, Wendy y yo éramos los tres cerditos; Peggy, Pepper y Percy. Causamos verdadero furor. Para la canción decidimos hacer Don’t Stop Me Now de Queen y Hakuna Matata que ya se la sabía todo el colegio. I Have A Dream fue desastroso pero demasiado gracioso, ninguno nos sabíamos la letra y las profesoras que sí se la sabían cantaban fatal.

Al final nos dieron una plaquita para que no les olvidásemos y nosotros dijimos unas palabras. Yo me estaba conteniendo las lágrimas. Después de dos semanas en el colegio, me daba muchísima pena irme, han llegado hasta mi corazón de verdad y siento que yo me he llevado mucho más de lo que he podido dar. Me he sentido muy afortunada por haber podido pasar tanto tiempo en el colegio, me ha encantado.

En el colegio con algunos de los profesores

En el colegio con algunos de los profesores

A la salida del colegio

A la salida del colegio

Uno de los profesores de inglés nos había invitado a comer a su casa, así que para allá que fuimos. En mitad de la selva, una casa con unas vistas espectaculares. Comimos nuestro arroz con curry y popadoms con las manos y luego les dimos las gracias con unos bombones, además dimos a los profesores una tarjeta y unas pastas para agradecerles todo lo habían hecho de manera un poco simbólica.

De ahí fuimos directamente a la Rosie May Home para despedirnos de las nenas y de las trabajadoras. Repetimos la obra y las canciones y luego bailamos con todas en nuestros saris. Además pusimos nuestras huellas en la pared de fuera. Fue muy emotivo.

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En solo tres semanas hemos conocido a estas niñas que a pesar de todo lo que han pasado están llenas de felicidad y no paran de reírse. Es un proyecto increíble que está haciendo feliz a mucha gente. Ha dado trabajo a adultos, y son todas muy inteligentes y estoy segura de les espera el mejor de los futuros. Me siento hiper afortunada de haber podido formar parte de ello, aunque solo haya sido durante tres semanas, ojalá me hubiese podido quedar hasta septiembre… Pero aun así, he podido ver donde todo el esfuerzo y el dinero recaudado antes de venir se han invertido, y eso es algo que no siempre se ve. El colegio lo necesita de vedad, las chicas de Mancare y todo lo demás.

Todos estábamos un poco tristes de decir adiós, pero todos nos íbamos contentos, sintiéndonos útiles, y sobre todo plenos por estas tres semanas agotadoras.

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Por la noche fuimos todos a cenar, con Ruju (nuestro profesor de cingalés), Chaminda (el guía) y Laurence (el hijo de Mary y Graham) y su amigo Laurence, y a tomarnos unas copas para despedirnos. A partir del día siguiente nos íbamos temprano a hacer un mini viaje por Ella y Kandy del que hablaré en otra entrada que si no no acabo nunca.

Espero que os guste leerla, se que es muy larga, pero es el mejor resumen que he podido hacer.

Poyvituvarukiren! ❤

**No hay fotos de niños porque 1) Sri Lanka tiene una ley muy estricta con ese tema, hacer fotos de niños y publicarlas en Internet se considera tráfico infantil y 2) Solo se puede para promocionar la ONG y solo las podía hacer Laura o la gente al cargo de la ONG.

¿Voluntaria en Sri Lanka?

Así es. Seguramente muchos de los que me leéis ya sabéis de qué va el tema, pero por si acaso lo cuento por aquí. Esto se remonta a verano de 2014 cuando no paraba de meterme en la página de la universidad de Nottingham. Ya tenía la vivienda casi asegurada, y me moría de ganas de venirme a Inglaterra. Descubrí que tenían un montón de opciones de voluntariado, a nivel local, nacional e internacional. Este último fue el que llamó mi atención. Es algo que siempre he querido hacer y la universidad de aquí ofrecía muy buenas oportunidades. La más interesante me pareció una casa-orfanato en Sri Lanka. Rosie May La organización se llama Rosie May Memorial Fund (haced click en el nombre, os llevará a su página directamente). Ahí podéis leer su historia, pero os la voy a contar por aquí en Español. La organización benéfica la crearon Mary and Graham Storrie, una pareja cuya hija fue asesinada cuando tenía diez años en 2003. La fundaron un año más tarde gracias a todas las donaciones que recibieron después de la tragedia. En 2004 un tsunami asoló Sri Lanka, entre otros países, dejando cientos de familias y personas desoladas. Fue entonces cuando Mary y Graham tuvieron claro en qué iban a invertir las ayudas que habían recibido. Parte lo donaron a la Unidad Pediátrica de Cuidados Intensivos de Sheffield, y con el resto empezaron una serie de proyectos, como en el que voy a participar yo. Una voluntaria que estudiaba comunicación audiovisual hizo este vídeo contando la historia, y os recomiendo que le echéis un vistazo, la cuenta muy bien y la verdad es que dan ganas de ayudar de cualquier manera.

Después del tsunami, construyeron en Hikkaduwa, Sri Lanka una casa para niñas que perdieron sus hogares o familias en el tsunami. Actualmente viven 20 niñas entre 3 y 17 años. De la universidad de Nottingham vamos un grupo de 7 voluntarios, y durante tres semanas nuestro trabajo va a ser participar en los colegios de la zona por las mañana y en la Rosie May Home por las tardes. La universidad nos asigna un colegio, el grupo de edad con el que estaremos más y el tipo de actividad que haremos con las niñas más a menudo (cocina, manualidades y deportes), así que vamos a tener una inmersión total en la cultura. La universidad se encarga de reservar los vuelos y el alojamiento (que pagamos nosotros) y de todo lo de los visados. La organización funciona con donaciones y apadrinamiento de las niñas de la casa, así que antes de ir nos hemos propuesto recaudar el máximo dinero posible, y aquí es donde entráis vosotros.

Hemos creado una página para poder donar online (totalmente fiable) explicando qué vamos a hacer como grupo para concienciar a la gente sobre el Rosie May Memorial Fund. Además si el evento de grupo gustaba el Santander nos patrocina y nos dona una parte. Hoy nos han confirmado que quieren participar y nos van a dar entre 700 y 1400 libras. Hemos decidido vivir cinco días con una libra al día (1,34 euros) y el último día vamos a dormir en la calle.  No hay ningún peligro, somos un grupo más uno o dos empleados del Santander y va a ser en el campus de la universidad.

Iremos informando de cómo lo vamos haciendo. Se me habían ocurrido un par de ideas, bueno tres, para informar. O bien hacer un video blog, grabando lo que compre y coma cada día de esa semana y explicando qué tal lo llevo y subiéndolo cada día al blog/facebook, ir grabando toda la experiencia y subir un solo video al blog al final (o ambos), o simplemente al final de la experiencia hacer una entrada explicando día por día. Os dejo que elijáis vosotros lo que queréis que haga. Así que comentad por aquí que os gustaría más :).

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El equipo que vamos a Sri Lanka (de idzqa. a dcha y arriba a abajo: Yo, Anna, Roxxane, Wendy, Tony, Zoe, Meg y uno de los empleados del Santander. Falta Sunju que por su religión no puede aparecer en fotos)

Os vuelvo a dejar aquí el enlace para donar: https://www.justgiving.com/trentteam2015/, sólo tenéis que hacer click en DONATE y seguir las instrucciones (nombre, cantidad, y datos). Solo os pido que no hagáis caso en donde pone Gift Aid porque solo sirve si pagas impuestos en el Reino Unido, y creo que ninguno paga impuestos aquí… Así que os pido por favor que donéis una poquita. Cualquier cosa ayuda, sea lo que sea, y estaríais ayudando a que estas veinte chicas tengan un futuro. Muchas gracias a los que ya habéis donado, significa muchísimo. Y que sepáis que nada de lo que donéis paga nuestro viaje. Todo va directamente al Rosie May Memorial Fund. Recordaros también que mi cumpleaños es dentro de poco, y esta sería una manera genial de desearme un feliz día. Seguire informando, ¡y no os olvidéis de poner en los comentarios si preferís vídeo o entrada escrita! O si os da igual también me vale. Muchos por favores y muchas gracias 🙂

PD: Pincha aquí si quieres que una niña tenga un futuro mejor.